Tamaño: 70x100cm Size: 2.2x3.2 ft
Tejedor / Weaver: Luis Mendoza
Materiales y métodos: lana criollo de borrego teñida a mano con tintes naturales: bèè (grana cochinilla), Yauhtli (pericón) y Jiquilite (añil). Tejido a mano en telar de pedal Zapoteco del estilo del siglo XVI adaptado de telares Europeos. Tejido usando una trama de algodón de 7 hilos por pulgada.
Materials and methods: criollo sheep wool hand dyed with natural dyes:Bèéè (cochineal), Yauhtli (tagetes lucida) and Xiuhquilitl (indigo) . Handwoven on a Zapotec style loom of the 16th century adapted from European styles. Woven using a 7 threads per inch reed and cotton warp.
Diseño.
Este tapete está inspirado en una pintura de autor hasta ahora no identificado y lleva por título "Hijo de tigre... pintito", 2014. Acrílico sobre tela.
Aquel que lucha contra la injusticia,
por la libertad propia y la de los demás,
lleva puesta la máscara del tigre como su segunda piel.
Aquí la mirada de Zapata
busca en la del espectador
el espíritu de lucha
o la máscara del jaguar
que tenemos escondida.
Luis encontró esta pintura en un póster en la ciudad, le impactó tanto la obra y el texto que la acompaña que decidió replicarla en su medio de expresión artística. En nuestro pueblo mantenemos las historias del Beniduush (Nahual) DCrescencio que fué un líder que luchó por mantener la autonomía de nuestras tierras ancestrales durante la revolución Mexicana al igual que Zapata, incluso no me sorprendería si ésas historias estén inspiradas en Zapata. Al parecer el nacimiento de Zapata estuvo profetizado en los amplio del Anawak hasta las tierras del Mayaab.
Zapata es definitivamente uno de los caudillos de la revolución que está muy presente en la cultura popular y el discurso político actual: la tierra es de quien la trabaja, es una frase que todo campesino en México conoce y defiende con su sangre. Recuerdo que en una película de Zapata se muestra su iniciación en las enseñanzas del nahualismo haciendo ritos ancestrales. Al igual que Don Crecensio quien mantuvo su campamento en Xiguie'a (Teotitlan del Valle) Emiliano Zapata fué un Nahual en toda la extensión de la palabra y el mito. Se habla que Don Crecensio podía convertirse en un águila y desde las alturas espiar a los enemigos o calcular la llegada de un tren del Gobierno a cierto punto, una vez llegado el momento de la batalla don Crecensio se convertía en un torbellino o un relámpago que sacaba de posición a los enemigos para que sus tropas tuvieran la ventaja del terreno y del ataque. Muchas son la hazañas y las artimañas de Don Crecensio que le valieron muchas victorias y muchos seguidores para su causa: tierra, libertad y buen gobierno de los pueblos para el pueblo.
Zapata fué un gran líder que siempre luchó por el beneficio de los demás antes que su propio beneficio; Madero le ofreció una hacienda con tal de deponer las armas de su ejército suriano y él se negó. Madero traicionó los ideales de la revolución por seguir el juego político que al final le cobró la vida; a pesar de eso Zapata trató siempre de evitar el derramamiento innecesario de sangre sin hacer a un lado el bienestar de su gente; tal como practicaban los antiguos gobernantes del Anawak. La vida de Zapata es una expresión real y fidedigna de la vida de un verdadero nahual, cultivaba la tierra, domaba y montaba caballos con impecabilidad y agilidad, y al final dió su vida por una causa verdadera.
Zapata realmente vive y su espíritu de lucha sigue entre nosotros, cada pueblo y nación originaria enarbola su lucha cuando el yugo de la opresión cae sobre nuestras comunidades. Ya sea como se vió en el levantamiento armado del EZLN o como en cualquiera de las luchas contra las mineras, corporaciones o partidos políticos que atentan contra la autonomía y bienestar de los pueblos sureños; Zapata vive y la lucha sigue!
Luis Mendoza al igual que Zapata es un excelente domador de caballos y un carismático líder en nuestra comunidad.
